Sarah Miley
La Sala de Apelaciones del Tribunal Penal Internacional para Rwanda(ICTR) reafirmó el jueves la decisión relacionada con la convicción de genocidio contra el popular cantautor Simon Bikindi. La acusación se basó en un discurso que Bikindi dió durante el genocidio de Ruanda 1994 en el que pidió a los hutus levantarse y exterminar a los tutsis. El Fiscal Hassan Bubacar Jallow apeló la condena de 15 años proferida en contra de Bikindi en enero sobre la base de que se trató de un castigo insuficiente para la "incitación directa y pública a cometer genocidio". Bikindi apeló sobre la base de que la sentencia era desproporcionada a la gravedad de la infracción y que el tribunal cometió un error en la evaluación de su asociación con el grupo de extremistas de la milicia Interahamwe. El tribunal rechazó ambas apelaciones.
El tribunal también revocó varias condenas contra el fiscal general de Rwanda Simeón Nchamihigo. En 2008, Nchamihigo fue acusado con cuatro cargos de genocidio, asesinato, exterminio, y otros crímenes contra la humanidad y sentenciado a cadena perpetua. La Sala de Apelaciones revocó su condena de asesinato como crimen contra la humanidad, exterminio como crimen contra la humanidad y tres cargos de genocidio. Otras condenas contra Nchamihigo fueron confirmadas y su condena fue reducida a 40 años. Bikindi y Nchamihigo son mantenidos en el Centro de Detención de las Naciones Unidas en Arusha, Tanzania, en espera de su transferencia a los países donde cumplirán sus sentencias.
Bikindi fue acusado y detenido en 2001. En el momento de su detención Bikindi estaba viviendo en los Países Bajos. Luchó la extradición por varios meses pero fue entregado al TPIR en Marzo de 2002 donde se declaró inocente. Su juicio comenzó en septiembre de 2006 después de numerosos retrasos relacionados con enmiendas a la acusación original ordenadas por la Corte. Nchamihigo fue detenido por personal de seguridad del Tribunal en mayo de 2001 cuando fue reconocido mientras trabajaba como investigador para el equipo jurídico que defiende al ex oficial del ejército ruandés Samuel Imanishimwe. Nchamihigo estaba trabajando con documentos de identidad falsos con el nombre de Bahati Weza.
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