Crimen Internacional
La delincuencia internacional es un fenómeno relativamente reciente. Antes de la utilización de Internet, de los teléfonos móviles, de las transferencias internacionales, y de la facilidad para viajar por todo el mundo, los delincuentes solamente operaban dentro de sus propias fronteras nacionales, con algunas excepciones notables. La edad moderna ha puesto de manifiesto oportunidades nunca antes disponibles, y los delincuentes empresariales se encuentran entre los primeros en apoderarse de ellas. A menudo, años antes de la aplicación de la ley, bandas de crimen organizado de diferentes países se han aliado para garantizar una mejor obtención de beneficios, así como para distanciarse aún más de la persecución - una hazaña sin duda factible a la luz de la falta de adecuada legislación y tribunales internacionales. Prolifera la delincuencia organizada en países con gobiernos centrales débiles, que ahora pueden utilizar medios modernos para hacer grupos enteros físicamente móviles, transportándose a sí mismos de un país a otro.
Modernos factores penales multinacionales.
El mercado internacional de drogas es un excelente ejemplo de la cooperación y la competencia que existe en todo el mundo. Este mercado, que según algunas estimaciones (de las Naciones Unidas) alimenta el 3,3-4,1% de la droga que utilizan la población de todo el mundo, y comprende hasta el 8% del total del comercio internacional, nunca habría sido posible en un mundo no integrado. Entre los más significativos de estos factores se incluyen fluidos ambientes políticos en Europa oriental y el Oriente Medio, la inestabilidad de gobierno en África y los crecientes mercados de intercambios en Europa y América del Norte. La facilidad moderna y la velocidad de los viajes, las telecomunicaciones y transmisiones de datos también contribuye al aumento de la delincuencia internacional. Con el mundo cada vez más pequeño y los factores antes mencionados que afectan el mercado de los países, un nuevo tipo de criminalidad ha surgido. Denominada "multinacional", estos delincuentes o grupos de delincuentes combinan todas las facetas de sus empresas para la producción, distribución y venta de sus productos, para el lavado y la limpieza de su dinero sucio. Ejemplos concretos de esta cooperación entre países por lo general incluye ex-grupos étnicos excluyentes, como la mafia siciliana y la Yakuza con su elaboración de acuerdos mutuamente beneficiosos para maximizar la producción y venta de sus productos.
La interdependencia económica y la desigualdad
Al igual que otras formas de comercio, estas nuevas asociaciones criminales pueden explicarse en términos económicos: el dinero no se hace en la producción del producto, sino en su distribución. Al distinguir entre los delincuentes consumidores de núcleo y la periferia de los productores, se puede crear un sistema económico no solamente basado en la interdependencia, sino también la desigualdad. Este sistema existe en el mundo de la delincuencia internacional y los delincuentes lidian con la interdependencia misma y la desigualdad económica misma que está presente en los mercados económicos legales. La disparidad entre la riqueza relativa de los grupos criminales en los países del núcleo y los países de la periferia también puede explicarse de la misma manera como se explican las diferencias en los beneficios de las empresas en los mercados legales. En el comercio internacional de drogas, hay una difusión desproporcionada de fondos, con los países del centro manteniendo la mayor parte, y sólo un porcentaje goteando hacia los países periféricos. En el Reino Unido, por ejemplo, tres mil millones de dólares al año se gastan en la compra de drogas de la calle. De esos tres mil millones de dólares, sólo alrededor del uno por ciento en realidad vuelve a los agricultores del producto crudo en las regiones de América Latina y de Asia.
Mercado Internacional de drogas y los Estados Unidos
Esta relación de interdependencia económica requiere una distinción entre los países, consumidores y productores. Se estima que el 50% de las drogas ilícitas en el mundo son vendidas en los Estados Unidos, mientras que casi toda la coca (materia prima necesaria para la producción de cocaína), el opio y el cannabis se cultivan y fabrican en los países del tercer mundo. Los Estados Unidos fabrican en realidad muy poco de las drogas ilegales vendidas en el interior, y en su lugar confían en la importación constante, como lo hace con la mayoría de los mercados legales. Son países productores (y sus respectivos grupos criminales) Perú, Bolivia, Pakistán, o Afganistán entre otros. Los países consumidores (y los respectivos grupos criminales de distribución) son los Estados Unidos y la mayoría de Europa occidental. Ninguno, sin embargo, se acerca a la demanda de los consumidores estadounidenses. Además, hay países que están entre los principales consumidores y productores de la periferia y la semi-periferia, países en transición que son parte integrante de este comercio de drogas, pero son sólo una parcialmente productores y parcialmente consumidores. Cuba, Honduras, Brasil y las Bahamas constituyen la mayoría de estos países, y sus bandas criminales toman su porcentaje. A menudo, estos países albergan también sistemas de banca libre que tienen políticas laxas y son útiles para aquellos que desean blanquear su dinero.
Mercados criminales internacionales.
La delincuencia internacional organizada y el tráfico de drogas constituyen riesgos de seguridad nacional, y así los países involucrados asumen su preocupación. En la medida en que EU consume aparentemente el 50% de todas las drogas ilícitas en todo el mundo, debería decirse que Estados Unidos tiene más de qué preocuparse. Sin embargo, es la nación central entre quienes la rodean como sus periféricos, y Estados Unidos tiene los recursos para luchar contra el tráfico de drogas, si así lo decidiera. La delincuencia organizada prolifera en países con gobiernos centrales y recursos, y en muchos de los países periféricos, este es exactamente el caso, por lo que es difícil controlar el tráfico de drogas. A veces, el tráfico de drogas facilita la estabilidad de los regímenes, y combatirlo sería crear más problemas aún para un país. Más allá de las naciones y las bandas del centro y la periferia, los acontecimientos en el mundo que rodean las bandas del crimen organizado las influencias en gran medida y en la manera en que sus negocios son dirigidos. Si la cortina de hierro nunca hubiera caído, los Estados Unidos probablemente nunca habrían recibido elementos del crímen organizado ruso. La teoría de la economía mundial proporciona una lente para comprender la economía criminal a nivel internacional. Al considerar los grupos delictivos de esta manera, las similitudes entre los mercados ilegales y los mercados legales de los consumidores de todos los días, aparecen más claras.
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