"Cualquier recurso a la guerra, a cualquier tipo de guerra, es un recurso a medios que son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos, privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad.

"


Robert Jackson

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miércoles, 7 de agosto de 2013

Sentencias de muerte y la Corte Penal Internacional

Por Vijay Prashad.

Agosto 2, 2013

Traducido por Luis J. Leaño.

El 31 de Julio Ahmed Ibrahim fue sentenciado a muerte por una corte en Misrata, Libya por incitar a la violencia frente al levantamiento de Febrero 15 de 2011.

Ahmed Ibrahim, primo de Muammar al-Qaddafi, fue parte de la guardia Jamahiriya. Otros primos, tales como Omar Ishkal, Mansour Dhao Ibrahim y Abdullah Othman, jugaron un papel clave para reforzar la hegemonía en decadencia de la revolución de Qaddafi a medida que las décadas del 2000 transcurrían. El hijo de Qaddafi, Saif al-Islam, había sido encargado de un proceso de apertura económica, para lo cual había contratado un grupo de hombres con vasta experiencia en el dinero árabe del golfo, tales como Mahmoud Jibril y Shukri Ghanem (Jibril lideraría el ala política de la rebelión contra Qaddafi; Ghanem desertaría de la rebelión pero entonces caería en el Danubio en 2012, ahogado en uno de los finos trajes que siempre usó). Ahmed Ibrahim, percusor de la tribu Qaddadfa y de Qaddafi el viejo, rechazó las reformas que eran empujadas por Ghanem y publicamente chocó con él en varias ocasiones. Cuando el intento de Ghanem por privatizar la economía socavó los intereses que Qaddadfa mantiene en ciertos sectores, como la compañía de transporte marítimo sostenida por Hannibal Qaddafi, Ahmed Ibrahim aparecería como dirigente. Realmente no lo era.  Era leal a los Qaddafi, y lo fue fieramente cuando la rebelión contra el régimen se produjo en 2011.

Ahmed Ibrahim fue capturado con Gadafi en Sirte después de que un ataque de la OTAN afectó su convoy. Fue Ibrahim quien dirigió las oraciones fúnebres luego de que el cuerpo de Gadafi fue trasladado para ser enterrado en un sitio secreto en el desierto.  Puesto preso por la milicia Misrata, la suerte de Ibrahim ya estaba sellada. Esta milicia ejercía un odio feroz contra las fuerzas de Gadafi y de su pueblo, y fue en sus manos que Gadafi se enfrentó a su horrible final. Un reporte de la ONU de Marzo de 2012, mostró que Gadafi fue capturado vivo después de ser lesionado, agitando un turbante blanco como bandera de rendición. A pesar de la existencia de un video tomado desde un teléfono celular que lo mostraba siendo empujado y a pesar de la fanfarronería de los miembros de la milicia, la comisión liderada por el jurista canadiense Philippe Kirsch "no pudo confirmar que la muerte de Gadafi fue un asesinato y considera que una investigación adicional es necesaria".  Tal investigación adicional no se llevó a cabo. Lo que un miembro de la comisión dio a entender en privado es que es casi seguro que Gadafi se enfrentó a una ejecución extrajudicial. Si esto es así, entonces la fe en el proceso Misrata sería muy poco. La decisión de la corte de Misrata no es definitiva. Debe ser ratificada por la Suprema Corte Libia. 

El caso de Ahmed Ibrahim no corresponde al de un hombre aislado. Él tiene una historia de cobardía suficiente para merecer tiempo en una corte de justicia. Este caso tiene que ver con los próximos juicios contra Saif al-Islam Gaddafi y Abdullah Sensussi, ambos mantenidos en prisiones libias y ambos buscados con una orden de arresto expedida por la Corte Penal Internacional. EL gobierno libio tiene en la mira realizar los juicios de los dos hombres en cortes libias y así, el juicio de Ahmed Ibrahim es una muestra. Trípoli cree que si puede demostrar que Ahmed Ibrahim tuvo un juicio justo, eso podría evitar las órdenes de captura de la CPI. Con tan poco control del juicio de Ibrahim Ahmed, es poco probable que una resolución justa de su proceso puede ser demostrada.

La Libia de Navi Pillay.

El levantamiento en Libia comenzó el 15 de Febrero de 2011.  El 22 de febrero, el Jefe de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, afirmó que doscientos cincuenta personas habían muerto en Libia, "aunque las cifras reales son difíciles de verificar. Pillay señaló que "los ataques generalizados y sistemáticos contra la población civil constituyen crímenes de lesa humanidad". Pillay citó al Representante Permanente Adjunto ante las Naciones Unidas en Libia, Ibrahim Dabbashi, que desertó de la rebelión y quien afirmó, "Gadafi ha iniciado el genocidio contra el pueblo libio ". Muy pronto los líderes mundiales usaron los dos conceptos indistintamente: genocidio y crímenes contra la humanidad.  Esos conceptos creraron un estado de ánimo según el cual las fuerzas de Gadafi habían asesinado indiscriminadamente un vasto número de personas o que estaban a punto de cometer una masacre de las mismas proporciones que la de Ruanda. La mayoría de estas afirmacioens fueron una exageración como lo demostré en "Primavera árabe, invierto libio" (AK Press, 2012) y como posteriormente fue establecido por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. (Marzo 2, 2012).

La presión de Through Pillay y la hipérbole del fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, generaron las órdenes en La Haya para el arresto de Gadafi y de su círculo cercano (incluyendo su hijo Saif al-Islam y Sensussi). El papel de la CPI y el de Navi Pillay creando una justificación para la intervención de la OTAN, fue crucial.  Esto permitió a Barack Obama, David Cameron y Nicolas Sarkozy, trepar al caballo del intervencionismo liberal, a pesar de haber dado luz verde al reino de Arabia Saudita para aplastar la rebelión en Bahrain y en sus propios dominios.  Esto también permitió a Francia y a Estados Unidos para excusarse  de su  relación de mal gusto con el Tunez de Ben Ali y con el Egipto de Hosni Mubarak respectivamente. Indudablemente que la Primavera Arabe trastornó a Gadafi. Sus fuerzas fueron tras los rebeldes y él y su  camarilla los amenazaron con lesiones graves.  Sin embargo, en pocos dias, todo el este de Libia estaba perdido para Gadafi y las cosas parecían muy extremas en las ciudades del noroeste  como Mistrata, Az Zawiyah and Tajoura. La intervención de la OTAN, respaldada por la CPI, el jefe del Consejo de Derechos Humanos, el Consejo de Seguridad y la Liga Arabe, menos que para prevenir una masacre en Libia, se hizo para intentar controlar el resultado de la Primavera Arabe en el norte de Africa. Fue una empresa destinada al fracaso. 

Después de haber dado patente de corso a la intervención de la OTAN, la credibilidad de las agencias internacionales es ahora cuestionada. El Consejo de Seguridad no permitirá ser burlada como lo fue con la Resolución 1973, ni tampoco lo hará la Liga Arabe. Es la razón por la cual no hay intervención respaldada por la ONU en Siria.  No son solamente  los rusos y chinos  quienes se oponen a cualquier respaldo abierto de la ONU, sino también los miembros del G-77, el grupo del sur. La Liga Arabe se horrorizó cuando la "zona de restricción aérea" se convirtió en un respaldo aéreo activo para los rebeldes que peleaban contra el régimen de Gadafi.

Los llamados para una investigación sobre el bombardeo de la OTAN basada en la resolución 1973 caen en oidos sordos. La OTAN se negó a permitir que la ONU tuviera cualquier acceso a sus registros de guerra y niega el derecho de la ONU para revisar una misión dirigida bajo sus auspicios. 

El Consejo de Seguridad no puede hacer valer su autoridad para una investigación y la CPI no puede ejecutar sus órdenes. El nuevo gobierno libio, respaldado por los poderes de la OTAN, se niega a entregar a Saif al-Islam y a Sensussi a La Haya.  Los titulares surgieron en Mayo 31 de este año cuando la CPI señaló que el régimen libio no estaba en capacidad de sostener un juicio justo para estos hombres.  En su decisión de 91 páginas sobre la admisibilidad del caso contra Saif al-Islam, la sala de tres jueces encontró que "Se ha estimado que Libia no puede en forma genuina llevar a cabo la investigación y juicio contra el señor Gadafi", y de esta manera pidió que fuera entregado a La Haya. EL 24 de Junio, el gobierno libio entregó a la CPI un expediente de 98 páginas en donde se trazan los parámetros de la acusación libia. El expediente no trata con el problema sustancia del caso de Saif al-Islam: está detenido en Zintan, y el gobierno de Trípoli ni siquiera puede transferirlo a sus cárceles. Si Trípoli  no puede pedir al detenido, como puede decir que él tendrá un juicio justo?

Una solicitud libia de Junio 7 para eludir la notificación de entrega, fue rechazada en Julio 18. La CPI señaló que, "Libia está actualmente obligada a entregar al señor Gadafi a la Corte".  El estado de ánimo en la CPI cambió en Enero de este año cuando un equipo de cuatro personas fue a visitar a Saif al-Islam en Zintan. Las autoridades locales, lideradas por Ajmi al-Atiri, arrestaron uno de los abogados, Melinda Taylor, cuando la acusaron de entregar documentos al prisionero. El equipo de la CPI señaló que la situación de Saif al-Islam era "kafkiana" y que en esas circunstancias no tendría un juicio justo.  Este es el contexto en el cual Ahmed Ibrahim fue juzgado en Misrata. Un hedor de "justicia del vencedor" impregna la sala del tribunal. Eso es malo para la CPI, malo para Navi Pillay y malo paa la idea de derecho internacional. 

No hubo investigación de la ONU sobre el bombardeo de la OTAN. Probablemente no habrá investigación acerca de cómo la CPI y el director del Consejo de Derechos Humanos justificaron la guerra de la OTAN y de cómo luego fueron dejados de lado. No habrá investigación, pero debería haberla. 

El texto original del artículo anterior puede examinarse en el siguiente enlace:
http://www.srilankaguardian.org/2013/08/death-sentences-and-international.html

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