"Cualquier recurso a la guerra, a cualquier tipo de guerra, es un recurso a medios que son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos, privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad.

"


Robert Jackson

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lunes, 10 de junio de 2013

El adiós a la Corte de Ruanda.

Diciembre 21, 2012.
Por Kimberly Curtis

Traducido por Luis J. Leaño. 


Ayer, después de 17 años de operación, la Corte Penal Internacional para Ruanda (ICTR) expidió su veredicto final con la condena de Augustin Ngirabatware por genocidio, incitación a cometer genocidio y violación como crimen contra la humanidad. La Corte continuará oyendo apelaciones, pero la conclusión de la fase de jucios marca un hito significativo en la justicia penal internacional. 

La CPIR ha sido siempre tratada como la pequeña y menos querida hermana de la Corte Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, pero aún así tiene un record destacable. Después de ser fundada en 1995, el tribunal acusó a 93 sospechosos y arrestó a 83, cerca de un 90% de efectividad en los arrestos. De aquellos que fueron llevados ante el tribunal, 9 se declararon culpables, 10 fueron declarados inocentes y 75 fueron encontrados culpables y sentenciados. El tribunal también amplió la jurisprudencia penal internacional. Entre sus notables desarrollos legales, la CPIR fue la primera en determinar la responsabilidad de acusados por el crimen de genocidio y la condena por violación como un acto de genocidio.

Sin embargo, el caso más abominable que tuvo el tribunal es probablemente el denominado "Caso de los medios", que se convirtió en el primer asunto llevado ante una Corte internacional para considerar la responsabilidad de los medios de comunicación y de quienes elaboraron la propaganda, desde la ejecución de Julius Streicher por el tribunal de Núremberg en 1946. En tanto que la Cámara de Juicio condenó todos los tres acusados de crímenes relacionados con el genocidio, en 2003 (por su papel en el manejo de las estaciones de radio y revistas para difundir el discurso de odio, durante los años que precedieron el genocidio, y caracterizar a los Tutsis como enemigos que debían ser eliminados), la Cámara de Apelaciones revocó muchas de las condenas relacionadas con conspiración para cometer genocidio y redujo los tiempos de las sentencias de prisión en los tres casos. Hasta ahora, el caso es todavía controversial como que bordea con los principios de libertad de expresión, violencia masiva y el tema de la incitación. El "caso de los medios" fue solamente uno de muchos que la CPIR lidió con asuntos complejos no tratados desde el Tribunal de Núremberg y estableció un precedente que ahora provee bases para los procedimientos ante la CPI. 

A pesar de todos los logros del tribunal, su legado genera reacciones encontradas. Una de las quejas mayores es que el tribunal solamente procesó miembros del gobierno Ruandés y milicias asociadas, pero no al Frente Patriótico Ruandés (RPF), la fuerza rebelde que inició la guerra civil en 1990 y que actualmente ostenta el poder en Ruanda. Igualmente, se dejaron afuera otros actores como Francia que patrocinó financiera y militarmente al gobierno de Ruanda y nunca fue investigado por sus actuaciones. Parte de este fenómeno se debe a la estrecha jurisdicción del tribunal y ha conducido a la percepción de la justicia de los victoriosos que acusa un solo lado en la entramada de un conflicto complejo. 

El tribunal tampoco ha contribuído a frenar la violencia en la región. El conflicto en curso en la vecina República Democrática del Congo y el envolvimiento de Ruanda en esa zona, es un reflejo de la inhabilidad de las acciones del tribunal para prevenir o disuadir la violencia. Los casos que emergen de ese conflicto corresponden ahora a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, pero hasta ahora no parece probable que la CPI mejore el récord de la CPIR en la prevención de luchas adicionales. 

A pesar de sus limitaciones, la conclusión de la fase de juicios de la CPIR marca la primera terminación formal de la actividad de un tribunal penal internacional ad hoc. Como ahora la CPI absorve más atención, es importante recordar las contribuciones que esos tribunales han hecho al derecho penal internacional y a su debilidad, para avanzar en la causa de determinar la responsabilidad generada por los peores crímenes posibles. 

El texto original del artículo puede revisarse en el siguiente enlace: http://www.undispatch.com/farewell-to-the-rwanda-war-crimes-tribunal

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