"Cualquier recurso a la guerra, a cualquier tipo de guerra, es un recurso a medios que son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos, privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad.

"


Robert Jackson

_________________________________________________________________________________

miércoles, 4 de noviembre de 2015

La violencia en la República Centroafricana




Desde el estallido de la violencia en 2013, alrededor de 6.000 personas han muerto y una cuarta parte de la población ha sido desplazada, con más de cuatrocientos mil refugiados y trescientos mil desplazados internos. Aunque los esfuerzos de mediación con el apoyo de la Comunidad Económica de Estados del África Central (CEEAC) dieron lugar a la firma del Acuerdo de Cesación del Fuego de Brazzaville, en julio de 2014, todas las partes del conflicto han violado el acuerdo. Más recientemente, el gobierno de transición celebró un foro nacional inclusivo en mayo de 2015, para discutir las próximas elecciones y el desarme, desmovilización y reintegración, así como la descentralización y la reforma judicial. Estos acontecimientos, aunque son un paso en la dirección correcta, las perspectivas de una transición política exitosa parecen sombrías: un gobierno débil perpetúa el colapso de la ley y el orden y la violencia continúa.

Después de décadas de violencia e inestabilidad desde su independencia, una insurgencia en la República Centroafricana (RCA), dirigido por el Seleka (o "alianza") - una coalición de grupos armados, principalmente musulmanes-, ha dado como resultado el grave deterioro de la seguridad de la infraestructura del país y un aumento de las tensiones étnicas. Combatientes Seleka lanzaron una ofensiva contra el gobierno en diciembre de 2012, apoderándose de la ciudad capital de Bangui y organizando un golpe de Estado en marzo de 2013. En respuesta a la brutalidad de las fuerzas de Seleka, coaliciones "anti-Balaka" de combatientes cristianos, formados para llevar a cabo la violencia represiva contra los combatientes Seleka, añadieron un elemento religioso a la violencia, que había estado previamente ausente.

En septiembre de 2013, las fuerzas anti-Balaka comenzaron los ataques de venganza generalizados contra la población civil, en su mayoría musulmana, desplazando a decenas de miles de personas a las zonas controladas por Seleka en el norte. Fuerzas Seleka fueron disueltas por el gobierno poco después de iniciados los ataques de venganza, pero muchos miembros ex Seleka iniciaron contraataques, causando que el país se sumergiera en un estado caótico de violencia y consiguiente crisis humanitaria.

Informes de grupos de derechos humanos y agencias de la ONU indican que los delitos cometidos tanto por las fuerzas ex Seleka y por grupos anti-Balaka, constituyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Además, los grupos anti-Balaka han perseguido musulmanes en forma deliberada y sistemática. La lucha interna entre miembros de Seleka y la participación de combatientes extranjeros de Chad y Sudán también ha escalado el conflicto.

Debido a la magnitud de la crisis y a los desafíos que enfrentan las fuerzas internacionales autorizadas por el Consejo de Seguridad, incluida una misión de la UA y una fuerza francesa, el Consejo de Seguridad de la ONU, en abril 2014, estableció una fuerza de mantenimiento de la paz. La Misión Multidimensional de Estabilización Integrada de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA) se estableció con un mandato que incluía una fuerza de diez mil soldados y con la prioridad de proteger los civiles.

Los Estados Unidos han apoyado durante mucho tiempo el crecimiento económico, el fortalecimiento del Estado de Derecho y la estabilidad política en la República Centroafricana, y sigue preocupado por el alto nivel de violencia y empeoramiento de la crisis humanitaria. Un mayor deterioro del entorno de seguridad aumentará la violencia sectaria y amenaza con desestabilizar la región, lo que plantea desafíos frente al fin de los conflictos en el vecino Sudán del Sur y en la República Democrática del Congo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario