"Cualquier recurso a la guerra, a cualquier tipo de guerra, es un recurso a medios que son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos, privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad.

"


Robert Jackson

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martes, 25 de marzo de 2014

La condena de Katanga: un pequeño paso en la dirección correcta.

Escrito por Ottilia Anna Maunganidze
Marzo de 2014

Traducido por Luis J. Leaño

El 7 de marzo de 2014, la Corte Penal Internacional (CPI) encontró al ex líder de la milicia congoleña Germain Katanga culpable como cómplice de un cargo de asesinato como crimen de lesa humanidad, y cuatro cargos de crímenes de guerra (asesinato, ataque a la población civil, destrucción de propiedad y pillaje).

Los cargos se refieren a delitos cometidos el 24 de febrero de 2003 en un ataque a la aldea de Bogoro, en el distrito de Ituri, en la República Democrática del Congo (RDC). Más de 200 personas murieron como resultado del ataque.

Katanga - tristemente conocido como Simba (que significa "león" en kiswahili)-  fue encontrado culpable de haber actuado con conocimiento del plan criminal común ideado por la milicia Ngiti para perseguir la población predominantemente Hema de Bogoro.

El tribunal consideró que Katanga había sido intermediario entre los proveedores de armas y municiones, y los que habían cometido los crímenes en Bogoro. Esto permitió que los milicianos fueran capaces de asegurar la superioridad militar.

Cabe señalar que Katanga, quien fue acusado inicialmente como co-autor directo, fue finalmente condenado como cómplice. Esta decisión de la CPI en una forma menor de responsabilidad es importante porque sugiere que Katanga no estaba directamente envuelto como inicialmente se consideró, o que la fiscalía no pudo determinar su culpabilidad como autor directo.

Mientras que la decisión de condenar a Katanga ha sido anunciada como un triunfo de la justicia penal internacional,  la Corte absolvió a Katanga de otros cargos relacionados con delitos sexuales y reclutamiento de niños soldados.

La incapacidad de la fiscalía para probar la culpabilidad de Katanga habla de los desafíos inherentes a la investigación y procesamiento de delitos sexuales. Estos incluyen altos requerimientos probatorios; legal y fácticamente, insuficientes acusaciones, víctimas como testigos y el reto de mantener un acusado penalmente responsable por las acciones de sus subordinados.

Aunque se encontró que hubo niños dentro de la milicia Ngiti y entre los combatientes durante el ataque a Bogoro, la evidencia contra Katanga fue insuficiente. Esta no es la primera vez que tal hallazgo se ha hecho en relación con el ataque a Bogoro. En diciembre de 2012, la Corte Penal absolvió a Mathieu Ngudjolo Chui de estos y otros cargos por falta de pruebas. Chui fue el líder de otro grupo de milicianos implicados (co- acusados con Katanga).

Dado el veredicto en el caso Chui, se temía que Katanga también podría haber sido absuelto de todos los cargos. A pesar de las convicciones, la incapacidad de la fiscalía para demostrar fehacientemente la culpabilidad de Katanga para los otros delitos, pone en cuestión si se verá jamás justicia por estos delitos específicos.

Brigid Inder, Directora Ejecutiva de la Iniciativa de Mujeres por la Justicia de Género, lamentó la decisión de absolver a Katanga de los cargos de violación y esclavitud sexual y la calificó como "un resultado devastador para las víctimas y sobrevivientes del ataque a Bogoro, así como para otras víctimas de estos crímenes perpetrados... en Ituri. William Pace, Coordinador de la Coalición por la CPI, también expresó su preocupación por las absoluciones. Según Pace, significa que "los responsables de los delitos de violación y uso de niños soldados, que siguen asolando la región, aún no han sido llevados ante la justicia." Cree que la CPI debe incrementar la divulgación para explicar el veredicto a las víctimas y a las comunidades afectadas.

Los dos casos restantes vinculados al conflicto de la RDC se refieren a delitos cometidos en las vecinas provincias de Kivu. Es importante para la República Democrática del Congo buscar formas de llevar ante la justicia a otros autores que han participado en otros ataques en Ituri y en otros lugares, a través de los canales jurídicos internos. Vale la pena señalar que los casos procesados ​​por la CPI se refieren únicamente a una pequeña fracción de los crímenes internacionales cometidos en la República Democrática del Congo desde 2002.

Hablando en nombre de las víctimas en el caso Katanga, el representante legal Fidel Nista Luvengika dijo que muchos esperan que el juicio contribuirá a la paz y la reconciliación. Sin embargo, sigue siendo preocupante que el conflicto en la región continúe y que los miembros de la Fuerza de Resistencia Patriótica de Ituri (FRPI) sigan activos.

Los rebeldes dijeron llevar a cabo ataques de rutina contra la población local y chocar con frecuencia con los militares, dando lugar a grandes desplazamientos de personas. Sólo se puede esperar que la condena de Katanga sirva para disuadir nuevos delitos y más importante, que aliente juicios domésticos contra otros autores.

Está por verse si esto sucederá. La convicción de 2012 contra el líder de la milicia de Thomas Lubanga Dyilo no trajo cambios dramáticos en la República Democrática del Congo en materia de reformas a la justicia penal o en la reducción de la violencia. Esto a pesar del hecho de que en 2011, el gobierno congoleño parecía estar en camino de crear tribunales mixtos especializados para enjuiciar crímenes internacionales. Asimismo, en octubre del año pasado, el presidente Joseph Kabila se ha comprometido a identificar y procesar a cualquier persona que organice grupos armados.

Esto es particularmente importante debido a que no puede esperarse que la Corte Penal Internacional aborde por su cuenta la impunidad, ya que es un tribunal de último recurso que complementa las jurisdicciones nacionales. Que la CPI sólo haya sido capaz de condenar a dos personas confirma esta idea. La Corte Penal Internacional puede tratar de manera realista muy pocos casos y sólo a aquellos autores que se consideran más responsables y que a menudo se encuentran en posiciones de poder.

La condena de Katanga es un éxito importante para la Corte Penal Internacional. Pero sólo será considerado como uno de la justicia penal internacional si alienta nuevas iniciativas para acercar la justicia a la República Democrática del Congo. Hasta entonces, las víctimas en Ituri y en otras partes continuarán esperando.

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Ottilia Anna Maunganidze es investigadora de la división de Amenazas Transnacionales y Crimen Internacional del ISS en Pretoria.

El original del artículo anterior puede revisarse en el siguiente enlace:

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