"Cualquier recurso a la guerra, a cualquier tipo de guerra, es un recurso a medios que son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos, privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad.

"


Robert Jackson

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sábado, 5 de septiembre de 2009

Cerca de 60 muertos habría dejado bombardeo de Otan en Afganistán; casi la mitad serían civiles

El Tiempo. Sept. 4/09. El ataque se produjo cuando los talibanes distribuían entre la población local el combustible de dos camiones-cisterna que habían robado horas antes, dijo el gobernador de la provincia, Mohammad Umar. El incidente, que ocurrió en la provincia norteña de Kunduz, podría reactivar el odio contra las tropas extranjeras dos meses después de que el nuevo mando de Estados Unidos y de la Otan en el país anunció medidas para reducir el enorme número de víctimas civiles que deja esta guerra.El bombardeo de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF, por su sigla en inglés) será investigado por la organización debido a las denuncias de la población local de que habría causado decenas de víctimas civiles. El gobernador había informado en un primer momento de la muerte de 90 personas, pero más tarde rectificó y fijó la cifra de víctimas mortales entre 50 y 60, la mayoría insurgentes. Además, en rueda de prensa, el jefe de la Policía provincial, Razaq Yaqubi, especificó casi al mismo tiempo que el bombardeo mató a 56 insurgentes y causó heridas a otros 13, y que varios civiles también perecieron durante la acción. Ese balance se aproxima al difundido por el Ministerio de Defensa de Alemania, cuyas tropas están presentes en Kunduz y que informó de la muerte de al menos 50 insurgentes en el bombardeo, pero descartó "presumiblemente" las víctimas civiles, por boca de un portavoz. "No vamos a especular sobre el número de fallecidos. Ahora mismo estamos investigando las informaciones de civiles muertos en el ataque. Nos tomamos esas reivindicaciones muy seriamente", dijo al respecto una portavoz de la ISAF en Afganistán. Sin embargo, el comandante de la ISAF, brigadier general Eric Tremblay, dijo más tarde que, "basado en la información recibida de Kunduz, parecería que muchas víctimas civiles están siendo evacuadas y tratadas en los hospitales locales". La versión alemana, además, choca con la de varios testigos citados por la agencia de noticias afgana 'AIP', que denunciaron la muerte de decenas de personas, entre ellas mujeres y niños, víctimas del ataque de la aviación internacional. Y la oficina presidencial afgana emitió un comunicado asegurando que el presidente, Hamid Karzai, se encontraba "muy entristecido" por la noticia, y que ha nombrado un equipo para acudir a la zona e investigar el suceso, "que dejó unas 90 personas muertas o heridas". "Expresando su profundo dolor por la pérdida de sus compatriotas, el Presidente afirmó que atacar a civiles es en cualquier caso inaceptable, ya que civiles inocentes no deben morir o resultar heridos en operaciones militares", indica el comunicado de la Presidencia. Primero el sur, ahora el norte El incidente, cerca de la frontera con Tayikistán, subraya la inseguridad creciente en el norte del país, una zona que se consideraba segura pero donde los ataques de los talibanes se han hecho más frecuentes, mientras combatientes reafirman el control de áreas remotas. Los talibanes consideran los cargamentos de combustible un blanco estratégico porque las fuerzas de la Otan dependen de ellos. La zona de Kunduz, además, está patrullada principalmente por el contingente alemán de la Otan, al que Berlín impide operar en zonas de combate más al sur. Por eso, este nuevo ataque podría sumar controversia a la participación de Alemania en la guerra, que es ampliamente impopular entre los alemanes. Los talibanes habían robado el jueves en la noche dos camiones en un falso control en la carretera que une las provincias de Kunduz y Baghlan, y luego intentaron llevarlos al distrito de Charsadah, según explicó a la agencia 'AIP' el portavoz talibán Zabiullah Mujahid. Sin embargo, los camiones-cisterna quedaron atascados en un banco de arena, a campo abierto, cuando los secuestradores trataban de vadear el río Kunduz, de forma que los insurgentes permitieron que los civiles extrajeran el combustible de los vehículos. En esos momentos, dice el vocero talibán, se produjo el bombardeo. Según el portavoz insurgente, que denunció la muerte de 120 civiles, los talibanes avisaron además a los lugareños de que podía producirse un bombardeo, tras detectar la presencia en la zona de un avión de reconocimiento de las tropas internacionales. Aunque situada en el norte de Afganistán y lejos de los principales bastiones de los radicales islamistas -en el sur y el este-, Kunduz tiene varias zonas de población pashtún, la etnia de la que provienen tradicionalmente los talibanes. El lunar de la guerra La muerte de civiles en acciones de las tropas estadounidenses y de la ISAF es uno de los mayores puntos de fricción entre el mando militar internacional y las autoridades de Afganistán, que las consideran inaceptables. Ante las críticas sobre la marcha de la guerra afgana, el jefe de las tropas internacionales en el país, el general Stanley McChrystal, había apostado esta semana por revisar la estrategia en Afganistán y dar prioridad a la protección de la población civil. McChrystal, quien ya había hecho hincapié en reducir las víctimas en bombardeos, entregó este lunes a sus superiores de la Otan y del mando conjunto central de E.U. un documento de "evaluación estratégica" para afrontar la "seria" situación en el país asiático. Según las nuevas órdenes emitidas en julio por McChrystal, se supone que los aviones no pueden abrir fuego a menos que puedan confirmar que no hay posibilidad de que civiles pudieran resultar heridos. El despliegue de las tropas internacionales en Afganistán comenzó en el 2001, divididas entre la misión de la Otan (ISAF) y la Operación Libertad Duradera, pero en los últimos dos años los talibanes han logrado reorganizarse y están presentes en amplias franjas del país. En los seis primeros meses de este año han muerto 1.013 civilesvíctimas del conflicto, lo que supone un aumento del 24 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de la misión de la ONU en el país (UNAMA). "El pueblo afgano debe saber que estamos para protegerlos y que vamos a investigar el accidente", afirmó en Bruselas tras el bombardeo el secretario general de la Otan, Anders Fogh Rasmussen. KABUL (Efe-Reuters)

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