La Haya.
Charles G. Taylor, el antiguo presidente de Liberia y alguna vez un poderoso señor de la guerra, fue condenado por un tribunal internacional el pasado jueves por haber armado, patrocinado y guiado un brutal movimiento rebelde que cometió atrocidades en masa en Sierra Leona durante la guerra civil de los años 90. Taylor es la primera persona con calidad de jefe de Estado que es condenado por una corte internacional desde los juicios de Núremberg.
Después de trece meses de deliberaciones, un panel de tres jueces provenientes de Irlanda, Samoa y Uganda, encontraron a Taylor culpable de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, incluyendo asesinato, violación, esclavitud y uso de niños soldados. Los jueces establecieron que el procesado colaboró con un plan para capturar minas de diamantes y en la invasión de Freetown, la capital. Sin embargo, la fiscalía no pudo probar que Taylor había comandado directamente a los rebeldes responsables de las atrocidades.

Después de trece meses de deliberaciones, un panel de tres jueces provenientes de Irlanda, Samoa y Uganda, encontraron a Taylor culpable de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, incluyendo asesinato, violación, esclavitud y uso de niños soldados. Los jueces establecieron que el procesado colaboró con un plan para capturar minas de diamantes y en la invasión de Freetown, la capital. Sin embargo, la fiscalía no pudo probar que Taylor había comandado directamente a los rebeldes responsables de las atrocidades.