Por William A. Schabas
El 3 de Abril del 2012, el Fiscal de la Corte Penal Internacional expidió una declaración de dos páginas en la que declina el inicio de una investigación por las supuestas atrocidades perpetradas en Gaza durante la Operación Cast Lead llevada a cabo en Diciembre de 2008 y Enero de 2009. Una comisión establecida en 2009 por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y presidida por el juez sudafricano Richard Goldstone, concluyó que las atrocidades efectivamente se había llevado a cabo. La comisión recomendó que las investigaciones fueran presentadas a la CPI. La decepcionante declaración del Fiscal revela sus bases ideológicas y confirma la politización de la Corte Penal Internacional.
Normalmente la Corte no tendría jurisdicción sobre el conflicto porque ni Israel ni Palestina han suscrito el Estatuto de Roma. Como principio general la Corte solo opera respecto del territorio y los ciudadanos de sus Estados miembros. Excepcionalmente puede actuar cuando el Consejo de Seguridad la autoriza, como sucedió con Sudán y Libia.
También es posible para un Estado que no ha suscrito el Estatuto, hacer una declaración acordando que la Corte puede ejercer jurisdicción sobre su territorio y ciudadanos. Costa de Marfil lo hizo hace algunos años y el hombre que hizo la declaración, el antiguo presidente Laurent Gbagbo, se encuentra ahora encarcelado en La Haya esperando su juicio. Palestina invocó el mismo mecanismo en Enero de 2009, a través de una declaración firmada por el Ministro de Justicia de la Autoridad Palestina.
Pero, puede Palestina ser considerada un Estado? Porque solamente un Estado puede válidamente hacer tal declaración. Por más de tres años, el Fiscal ha pedido opiniones sobre el tema. Organizó una mesa redonda en La Haya, en la cual puntos de vistas conflictivos relacionados con la condición de Estado de Palestina fueron presentados. Finalmente ha considerado que tal determinación no es de su competencia. Señaló que ello compete al Secretario General de las Naciones Unidas o a la Asamblea General, o posiblemente al cuerpo de gobierno del organismo, conocido como la Asamblea de Estados Parte.
La Interpretación que hace el Fiscal del Estatuto de Roma es debatible. A favor de Palestina, reconoce que ha sido reconocido como Estado por algo así como 130 países, y por algunas organizaciones internacionales. Hace una distinción misteriosa entre Palestina y una entidad cuyo reclamo por la condición de Estado es de lejos más dubitable: La Santa Sede, como que ésta se sienta en la Asamblea como “Estado no miembro”, mientras que Palestina se sienta como “observador”. Finalmente invoca que Palestina falló en su intento para unirse a las Naciones Unidas en el 2011. En efecto, Palestina fue bloqueada por el Consejo de Seguridad.
El Fiscal podría haber visto los hechos de una manera diferente, considerando la porosidad de la terminología usada por la Asamblea General, o referirse a otras entidades como las Islas Cook que tienen un estatus más bajo que Palestina en las Naciones Unidas y que aún así, han sido aceptadas como Estado miembro de la CPI después de haber sido consideradas como Estado por el Secretario General. Mientras que la declaración se llena de terminología legal con lo que a primera vista se podría pensar en objetivismo judicial, realmente lo que existe es un problema político en la conclusión del Fiscal.
El Fiscal ha hablado muy elocuentemente acerca del problema de la impunidad en África. Pero cuando esta se sucede en el Medio Este y se presenta la oportunidad de tratar uno de los mayores conflictos del mundo, siguiendo la dirección de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas, él ha escogido dramáticamente una aproximación más conservadora.
Claramente, el Fiscal no se atreve a meterse en el conflicto que disgustaría a los Estados Unidos y algunos de sus aliados cercanos. Cuando se trata del Consejo de Seguridad y especialmente, de los intereses de sus miembros permanentes, el Fiscal muestra su mejor comportamiento. El es extremadamente respetuoso con los países poderosos en el norte global, en contraste con la actitud desdeñosa que revela hacia otras entidades internacionales como la Unión Africana.
William A. Schabas es el autor de Unimaginable Atrocities: Justice, Politics, and Rights at the War Crimes Tribunals. Es profesor de Derecho Internacional en la Middlesex University de Londres, profesor de Derecho Penal Internacional y derechos humanos en Leiden University, profesor de derechos humanos en la National University de Ireland Galway, Jefe del Irish Centre for Human Rights, y profesor visitante en la Paris School of International Affairs (Sciences-Po). Es el autor de más de 20 libros y 300 artículos, relacionados con temas como la abolición de la pena capital, el genocidio y los tribunales penales internacionales. El Profesor Schabas fue miembro de la Comisión de reconciliación y la verdad en Sierra Leona. Es el presidente del Capítulo Irlandés de la Asociación de Derecho Internacional y cabeza del Instituto para la Investigación Penal Internacional. Es oficial de la Orden de Canadá y miembro de la Royal Irish Academy.
El Fiscal podría haber visto los hechos de una manera diferente, considerando la porosidad de la terminología usada por la Asamblea General, o referirse a otras entidades como las Islas Cook que tienen un estatus más bajo que Palestina en las Naciones Unidas y que aún así, han sido aceptadas como Estado miembro de la CPI después de haber sido consideradas como Estado por el Secretario General. Mientras que la declaración se llena de terminología legal con lo que a primera vista se podría pensar en objetivismo judicial, realmente lo que existe es un problema político en la conclusión del Fiscal.
El Fiscal ha hablado muy elocuentemente acerca del problema de la impunidad en África. Pero cuando esta se sucede en el Medio Este y se presenta la oportunidad de tratar uno de los mayores conflictos del mundo, siguiendo la dirección de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas, él ha escogido dramáticamente una aproximación más conservadora.
Claramente, el Fiscal no se atreve a meterse en el conflicto que disgustaría a los Estados Unidos y algunos de sus aliados cercanos. Cuando se trata del Consejo de Seguridad y especialmente, de los intereses de sus miembros permanentes, el Fiscal muestra su mejor comportamiento. El es extremadamente respetuoso con los países poderosos en el norte global, en contraste con la actitud desdeñosa que revela hacia otras entidades internacionales como la Unión Africana.
William A. Schabas es el autor de Unimaginable Atrocities: Justice, Politics, and Rights at the War Crimes Tribunals. Es profesor de Derecho Internacional en la Middlesex University de Londres, profesor de Derecho Penal Internacional y derechos humanos en Leiden University, profesor de derechos humanos en la National University de Ireland Galway, Jefe del Irish Centre for Human Rights, y profesor visitante en la Paris School of International Affairs (Sciences-Po). Es el autor de más de 20 libros y 300 artículos, relacionados con temas como la abolición de la pena capital, el genocidio y los tribunales penales internacionales. El Profesor Schabas fue miembro de la Comisión de reconciliación y la verdad en Sierra Leona. Es el presidente del Capítulo Irlandés de la Asociación de Derecho Internacional y cabeza del Instituto para la Investigación Penal Internacional. Es oficial de la Orden de Canadá y miembro de la Royal Irish Academy.
Artículo original puede examinarse en el siguiente enlace: http://blog.oup.com/2012/04/decline-investigate-atrocities/
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