"Cualquier recurso a la guerra, a cualquier tipo de guerra, es un recurso a medios que son inherentemente criminales. Guerra, inevitablemente, es un curso de asesinatos, asaltos, privaciones de la libertad, destrucción de la propiedad.

"


Robert Jackson

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miércoles, 11 de abril de 2012

Guerra contra las drogas. Tiempo para una salida estratégica.


Daniel Robelo

01/20/2012

El gobierno mejicano se muestra renuente a revelar las estadísticas actualizadas de homicidios que reflejan los costos siniestros de la fallida guerra contra las drogas y la necesidad creciente de una estrategia de salida.

Como lo anota The Times, al menos 50.000 personas han sido asesinadas en la guerra contra las drogas en los últimos cinco años, una cifra cercana a las bajas que sufrieron los Estados Unidos en la guerra de Vietnam. Muchas de las víctimas no tenían ninguna conexión con el comercio de drogas.

Aunque el gobierno mejicano anunció una cifra ligeramente más baja (47,515 personas a Septiembre), expertos y defensores sugieren que el real costo en muertes es realmente mucho más alto, como que solo el 2% de los crímenes en México es investigado. Además, el gobierno ha demostrado una total falta de transparencia, ejemplarizadapor su constante negativa a hacer públicos esos datos condenatorios.



Sin que importe demasiado a cifra real, el costo de muertes es incomprensible e inaceptable. Y a este costo deben ser agregadas las miles de personas desaparecidas, los cientos de miles desplazados y los cientos de miles de niños convertidos en huérfanos durante el mismo periodo de cinco años.

La crisis continuará a menos que Estados Unidos trabaje con México para tratar la raíz de la causa: la prohibición de las drogas.

Esas muertes no están relacionadas con (el consumo directo de) drogas sino con su prohibición, causadas por carteles que fueron generados por la prohibición, que derivan su poder de las exageradas ganancias de un producto prohibido pero al mismo tiempo, de alta demanda, y que operan en una economía subterránea en la cual la violencia es rutinariamente empleada para resolver disputas o desaparecer oponentes en los negocios. Algo similar a lo que ocurrió en Estados Unidos en la época de la prohibición, pero en una escala mucho más terrorífica.

Mientras tanto, la respuesta militar respaldada por Estados Unidos y México, en vez de reducir la violencia, ha generado una violación sistemática y documentada de derechos humanos que incluye la violación, los asesinatos extra judiciales, las desapariciones y la tortura. Los abusos han sido tan graves y extendidos, que abogados de derechos humanos han pedido a la Corte Penal Internacional una investigación en contra del presidente Felipe Calderón por crímenes contra la humanidad.

 Que es lo que los mejicanos obtienen por el precio impensable que pagan? No mucho. Los carteles no muestran signos de debilidad, mientras que las drogas permanecen como un producto ampliamente consumido y disponible como nunca antes en Estados Unidos.

Los números por supuesto no pueden decir la verdadera historia de lo que esta violencia significa para México. Cada persona asesinada fue después de todo, un hijo o hija, hermano o hermana, padre o madre. El artículo de “The Times” resalta que una de esas personas, Juan Francisco Sicilia, asesinado el pasado Marzo, era un estudiante de 24 años cuyo padre, Javier, se había convertido en líder de movimiento nacional popular en contra de la guerra contra las drogas. Unido con miembros de las familias de otras víctimas, junto con ciudadanos con su propio miedo, el viejo movimiento Sicilia busca humanizar cada víctima. Inspirándose en el cementerio de veteranos de Vietnam en Washington, este creciente movimiento recuerda cada víctima colocando una placa con su nombre en las paredes de los edificios públicos.

Sicilia también ha propuesto la regulación de las drogas de una manera tal, que reduzca la devastación que la prohibición ha infligido a México.

Líderes regionales se muestran de acuerdo en el sentido de que muchas de esas muertes hubieran podido prevenirse, no con golpes a los carteles, sino siendo más inteligentes en relación con el tema de Estados Unidos y la política global contra las drogas. A finales de Diciembre, México, Colombia, la República Dominicana, Chile y todos los paises de América Central, expidieron una declaración conjunta instando a los Estados Unidos a controlar su demanda de drogas o, si ello no es posible, “a explorar las posibles alternativas para eliminar las exorbitantes ganancias de los criminales, incluyendo opciones regulatorias o de mercado orientadas a este fin.”

El público americano está listo para tal cambio. De acuerdo a una encuesta de Gallup realizada en Octubre pasado, el 50% de los americanos está a favor de legalizar la marihuana. Un paso modesto que podría privar a los carteles de su principal recurso de rentas, disminuyendo su habilidad para comprar armas, contratar reclutas, corromper oficiales y aterrorizar a los mejicanos.

Esos ciudadanos americanos, que no constituyen ya una minoría, esperan impacientemente que su gobierno se adhiera al resto del hemisferio en el replanteamiento de la fallida guerra contra las drogas. Nuestros vecinos del sur no pueden darse el lujo de esperar más.

http://www.huffingtonpost.com/daniel-robelo/drug-war-time-for-an-exit_b_1219764.html

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