El nuevo orden mundial bajo el dominio de los Estados Unidos pone el derecho internacional a su arbitrio y pone lacayos comprados como jueces. Estados Unidos, que ni tan siquiera es signatario del tratado que creó la Corte Penal Internacional, genera todos los ataques como un jefe de mafia. Los africanos y algunos serbios son los únicos que son arrestados, mientras que los grandes crímenes contra la paz se disfrazan como intervenciones humanitarias.
La Corte Penal Internacional es a pesar de su nombre, una corte que patrocina la causa de la criminalidad. Actúa en conciento con las naciones más poderosas de la tierra y les permite incurrir en crímenes de agresión contra millones de prsonas alrededor del mundo. Solamente los débiles son castigados. Los agresores usan la Corte para comportarse como si ellos fueran las partes afectadas.
El mundo ve esta institución con una luz benevolente asumiendo que ella es un medio para proteger la humanidad de los caprichos de los malhechores. Sin embargo, después de nueve años de existencia, la CPI ha procesado mayormente pequeños dictadores africanos y algunos serbios.
Irónicamente, después de haberse opuesto al establecimiento de la CPI y después de negarse a ratificar el tratado que le dio existencia, los Estados Unidos son ahora su mayor promotor. La administración Bush se mostró aterrada ante la posibilidad de que algunos americanos, incluyendo Bush, Cheney y el resto de sus secuaces, pudieran ser castigados por sus transgresiones alrededor del mundo.
Es extraño que después de instigar el asesinato de miles de personas en Iraq, ni George W Bush ni Tony Blair tengan razón alguna para temer ser llevados ante la justicia. Viajan alrededor del mundo, sin temor al castigo, dando discursos, escribiendo libros, haciendo dinero sin preocupaciones de que puedan recibir su justo merecido.
Inclusive tuvieron menos razón para temer luego de que Obama los sucediera. Como la más efectiva de las maldades, Obama sabía que necesitaba evitar … En tanto que se resistía a ratificar el tratado que dio nacimiento a la CPI, Obama y compañía ofrecieron a otros ponerlos en un estrado en La Haya.
El año pasado, Barack Obama, David Cameron y Nicholas Sakosy decidieron repartirse Libia, usando a la OTAN para realizar el trabajo sucio, matando a un indecible número de civiles en el proceso, sin miedo a la persecución. El fiscal líder de la CPI, Luis Moreno Ocampo le mintió al mundo, diciendo que el gobierno libio distribuía Viagra a los soldados con el propósito de usar la violación como un “arma de guerra”.
La acusación fue una mentira, hecha de la nada. Si hubo alguna pretensión de imparcialidad de la CPI, Moreno Ocampo disipó tal noción. El supuestamente desinteresado fiscal es ahora destacado en el video Kony del 2012, finalizando cualquier debate acerca de si tal propagación en Internet que generó la indignación general, tiene algún soporte en la realidad o en la veracidad
Mientras Obama y Clinton intentan echar a pique el plan de paz para Siria de Kofi Annan e insinuar el procesamiento del presidente Assad ante la CPI, dicha Corte muestra sus colores verdaderos. Cuando los palestinos solicitaron investigar los crímenes cometidos en Gaza, fueron rechazados. Moreno Ocampo determinó que como quiera, Palestina no ha sido reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas, no tiene facultades para pedir justicia para las dos mil personas masacradas por Israel en 2008 y 2009. La hipocresía es descarada y prueba que los Estados Unidos y sus aliados son una gran amenaza para la paz del mundo.
En la conferencia de la Coalición Unida Nacional anti guerra del último mes, esta columnísta le preguntó al profesor y autor Vijay Prashad porqué la CPI procesa africanos y Serbios, pero nunca amenaza a alguien en Washington, Londres, Paris o Jerusalén. Su respuesta fue simple. “Es solo racismo internacional. Creo que no hay otra manera de explicarlo”.
George Orwell dijo: “El lenguaje político está diseñado para que las mentiras parezcan verdaderas y la muerte respetable”. Esas palabras son todavía ciertas. Las misiones humanitarias y la “responsabilidad de proteger” son de hecho eufemismos que significan la promoción del imperialismo de vieja data.
El hecho es que los Estados Unidos, Israel y sus aliados europeos nunca protegen a nadie. Continúan haciendo lo mismo que han hecho durante décadas, decidiendo quien es inconveniente y de esta manera, desechable. El número de víctimas es “daño colateral” y rápidamente se olvida.
Por supuesto que existen personas y naciones que causan a otros seres humanos un gran sufrimiento. Ellos deberían ser detenidos. Joseph Kony ha asesinado menos personas que el presidente de Uganda, Yoweri Museveni. Pero Museveni es amigo de Estados Unidos y por lo tanto no habrá campaña mediática para llevarlo ante la CPI.
Hasta que exista una mejor justicia en el mundo, vale decir, cuando las naciones capitalistas más ricas encuentren rivales por el poder, quizá una Corte dedicada a castigar las violaciones de derechos humanos sea una opción viable. Por ahora es bastante inútil porqué la Corte no fue creada por personas con una intensión honesta.
Quizá solo sea necesario un simple cambio de nombre. Corte para los criminales internacionales, es un nombre mejor? Por una vez, el lenguaje político sería honesto y se probaría que George Orwell estaba equivocado.
Margaret Kimberley's Freedom Rider column appears weekly in BAR, and is widely reprinted elsewhere. She maintains a frequently updated blog as well as at http://freedomrider.blogspot.com. Ms. Kimberley lives in New York City, and can be reached via e-Mail at Margaret.Kimberley(at)BlackAgendaReport.com.
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=30318
Quizá solo sea necesario un simple cambio de nombre. Corte para los criminales internacionales, es un nombre mejor? Por una vez, el lenguaje político sería honesto y se probaría que George Orwell estaba equivocado.
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