Por Jorge Restrepo.
La reaparición de las 'dos Españas'
en torno a la investigación sobre víctimas del franquismo y ahora el proceso
contra el juez Baltasar Garzón muestra cuánto pueden prolongarse guerras y
postguerras civiles. Al desatar pleito entre denuncias de 13 asociaciones de
herederos de víctimas y la ley de amnistía del 77, el magistrado celebridad
mundial por encarcelar a Pinochet reabrió heridas mal cicatrizadas obligando a
magistratura y opinión mundiales a pronunciarse. No es solo asunto legal,
también el de si lo que llevó a la contienda española, se globalizó luego en la
segunda guerra y prosiguió en la fría, siga encendiendo setenta años después
una rivalidad al parecer hasta ahora inolvidable y que deja creer que no fue
nimiedad lo que motiva conflictos todavía en tantas partes.
La cuestión inmediata es si leyes de
olvido y amnistía cancelaron o dejaron pendientes reclamos de justicia que
ponen después a explorar fosas comunes e identificar restos, a rebuscar
desaparecidos e investigar crímenes impunes, sin embargo para algunos llamados
de nuevo a la guerra y para otros imposibilidad de olvido y reconciliación sin
verdad y reparación. Es el manejo del postconflicto, que experimenta
Centroamérica y deberá afrontar Colombia en algún momento.
Como sea, hay ya legislación internacional, o nacional como la argentina, que
está investigando absoluciones y corrigiendo olvidos con el argumento de
derechos inderogables e imprescripción de crímenes de lesa humanidad, como
cortes que los asumen, si no lo hacen las directamente concernidas, delitos que
como tortura o desaparición forzada se seguirían cometiendo mientras no haya el
solo punto de verdad final de sentencia y reparación. Si olvido, amnistía,
prescripción, son de veras justicia y reconciliación, es quizá el sentido
profundo de la novedad política y legal mundial sobre investigación de
genocidios y crímenes de Estado, no solo como represión contra los agentes,
sino a sus causas en sentido más profundo. El escarmiento de la justicia es
también preventivo.
Legalmente se avanza en el
conocimiento de ese tipo de delito a partir del tribunal internacional de
Nuremberg; ha habido después Vietnam, Camboya, Chile, Argentina, África, los
Balcanes. El desconocimiento e impunidad en el caso de la violencia
bipartidista colombiana de los 50 sin duda gravitan en el conflicto presente,
aunque razones de Estado y convivencia expliquen amnistías como la del Frente
Nacional o a grupos guerrilleros. Pero la necesidad crea el órgano, dijo un
científico, y así por encima de culpabilidad, complicidad y bestialidad impunes
van apareciendo leyes y tribunales internacionales ad hoc contra su
prescripción, porque son inauditas, más sin juicio y castigo, y peor
insistentes.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico El Tiempo.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico El Tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario