Por
Muyita Salomón, Ismail Galería Musala y Izama Angelo
El uso de la violencia por un Estado
contra otro es ahora un crimen que puede ser juzgado por la Corte Penal
Internacional después de que los delegados, a raíz de un acuerdo de consenso,
lo incluyeron en el Estatuto de Roma el viernes por la noche.
El acuerdo, que fue inmediatamente
descrito como anti-clímax por grupos de derechos humanos, ya que se muestra
suave con las grandes potencias, fue alcanzado a las doce y media después de
casi quince días de batallas diplomáticas. Esto
significa que el uso de la fuerza en violación de la Carta de las Naciones
Unidas como lo es una invasión, un bombardeo, un bloqueo o cuando un país permite
a otro Estado utilizar su territorio para atacar a un tercer país, es ahora un
crimen.
La decisión abre la puerta a los procesos
individuales de la Corte establecida en 2002, por un cuarto crimen. Los otros crímenes son genocidio,
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Reunión exitosa
"Estamos contentos con los resultados
dada la divergencia de opiniones, en virtud de la circunstancia de que fue lo
mejor que pudimos conseguir, y Kampala será conocida por este momento
histórico", dijo el embajador Mirjam Blaak uno de los principales
organizadores de la reunión de Uganda.
Sin embargo, grupos como Human Rights
Watch dijeron que los miembros del Consejo de Seguridad habían complicado todo
el proceso, tratando de mantener el "control exclusivo" sobre el
crimen de agresión.
"La Corte Penal Internacional como
órgano judicial debe ser independiente de la injerencia política del Consejo de
Seguridad que es un órgano político que toma decisiones por razones
políticas", dijo Richard Dicker, director de Justicia Internacional de
HRW.
Pero la política ha prevalecido al final. Se acordó, por ejemplo, que si bien la Corte tiene jurisdicción sobre un delito de agresión, esta tiene que esperar seis meses antes de tomar acción y sólo puede hacerlo si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no refiere el hecho a La Haya.
El Consejo de Seguridad también puede
"vetar" cualquier acción judicial sobre la base de que resulta
perjudicial para la seguridad internacional y mantener la objeción con
resoluciones anuales.
Los delegados también admitieron que el
delito no se aplicará por ejemplo a los Estados, ya que no son parte, como que
se han negado a firmar el acuerdo de la Corte Penal Internacional. Los Estados Partes también pueden
enviar una declaración de "no aceptación" a la Corte para evitar la
persecución cuando quiera que es el Consejo de Seguridad quien ha referido un
caso.
"[Este acuerdo] injustificadamente
solidifica la impunidad automática de las partes no estatales", dijo
Ichiro Komatsu, el jefe de la delegación japonesa a Kampala.
El acuerdo de Kampala también conservó una
cláusula de escape, un protocolo facultativo que permite a los Estados no
someter a sus nacionales a la jurisdicción de la Corte. Así, los acuerdos firmados por decir, entre Washington
y Kampala para no rendir ciudadanos estadounidenses a la Corte seguirán siendo
legales y vigentes.
Un gran paso adelante
El Dr. Benjamin B. Ferencz, profesor de
derecho internacional y primer fiscal por el crimen de agresión en los juicios
a los nazis en el proceso de Nuremberg, dijo que este es un gran paso adelante
en la evolución del derecho internacional humanitario.
Durante la conferencia, Ferencz había
argumentado que no existe contradicción alguna entre el Consejo de Seguridad y
la Corte Penal Internacional ya que aquel hace las decisiones políticas sobre
la paz internacional y esta enjuicia crímenes que resultan en una
violación de esa paz.
El Procurador General de Uganda, Dr. Kidhu Makubuya dijo que - el país ha alcanzado un hito histórico.
"Esto es particularmente
significativo, ya que Uganda fue el primer Estado en referir y remitirse a sí
misma a la jurisdicción de la CPI", dijo el Dr. Makubuya.
http://www.monitor.co.ug/News/National/-/688334/937310/-/x0udvc/-/
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