13 February 2025
Amnistía internacional.
Las autoridades de Arabia Saudí deben revelar de inmediato la suerte y el paradero de Manahel al-Otaibi, mujer de 30 años que cumple una condena de 11 años de prisión por promover los derechos de las mujeres y que lleva casi dos meses desaparecida, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
La última llamada telefónica de Manahel al-Otaibi a su familia fue el 15 de diciembre de 2024. Desde entonces, los repetidos intentos de su familia de ponerse en contacto con las autoridades penitenciarias y la Comisión de Derechos Humanos de Arabia Saudí para solicitar información sobre ella no han obtenido respuesta. La negativa de las autoridades a revelar el paradero de Manahel al-Otaibi constituye desaparición forzada, un delito de derecho internacional.
“Los temores por la seguridad de Manahel han aumentado rápidamente en los dos últimos meses. “Las autoridades saudíes deben revelar de inmediato el paradero de Manahel al-Otaibi, permitirle el acceso sin restricciones a su familia y anular su injusta condena”, ha afirmado Bissan Fakih, responsable de campañas de Amnistía Internacional para Oriente Medio.
“Las autoridades saudíes afirman que han avanzado en materia de derechos de las mujeres, pero han seguido deteniendo arbitrariamente a mujeres como Manahel al-Otaibi simplemente por realizar publicaciones sobre los derechos de las mujeres y vestir lo que ellas eligen. Esta hipocresía es asombrosa, no sólo por parte del gobierno saudí, sino también por parte de figuras públicas y de la comunidad internacional que promueven el discurso reformista del reino, mientras ignoran a las mujeres que están entre rejas simplemente por atreverse a hablar en defensa de sus derechos”.
Manahel al-Otaibi, instructora de fitness, fue condenada a 11 años de prisión en una audiencia secreta ante el tristemente célebre tribunal antiterrorista de Arabia Saudita, el Tribunal Penal Especializado, el 9 de enero de 2024. Sus cargos están relacionados con pedir el fin del sistema de tutela masculina de Arabia Saudita en las redes sociales, publicar videos de ella misma con “ropa indecente” y “ir a las tiendas sin llevar abaya” (un vestido tradicional).
Manahel al-Otaibi ya había estado desaparecida durante cinco meses, entre el 5 de noviembre de 2023 y el 14 de abril de 2024. También estuvo recluida en régimen de incomunicación durante un período de un mes en agosto de 2024, durante el cual fue sometida a tortura y otros malos tratos. Cuando finalmente pudo ponerse en contacto con su familia de nuevo, se enteraron de que había sido golpeada por otros presos y guardias de la prisión. También les dijo que había estado recluida en régimen de aislamiento.
Dados los malos tratos que las autoridades han infligido a Manahel al-Otaibi en el pasado, se teme seriamente por su bienestar e integridad física. Su hermana, Fawzia al-Otaibi, dijo: “Mi familia está viviendo una verdadera pesadilla, estamos aterrorizados por lo que le está pasando a Manahel. Nos contó sobre la tortura, el acoso sexual, los meses de aislamiento, los malos tratos y la negligencia médica a los que se ha enfrentado y que estos abusos han ocurrido principalmente durante períodos en los que está completamente aislada del mundo exterior. Cada vez que perdemos el contacto con Manahel, toda nuestra familia entra en un estado de pánico, temiendo por su seguridad. Nos comunicamos frenéticamente con todos los que podemos, rogando que intervengan y nos ayuden, pero lamentablemente, ninguna entidad gubernamental dentro del país nos presta atención”.
A Manahel al-Otaibi le diagnosticaron esclerosis múltiple, un trastorno neurológico crónico, que según su familia desarrolló después de que ella presenciara el arresto de su hermana mayor, Mariam al-Otaibi. Mariam al-Otaibi, destacada defensora de los derechos humanos y activista contra el sistema de tutela masculina, fue detenida en 2017 durante 104 días por su activismo en favor de los derechos de las mujeres y actualmente está sujeta a una prohibición de viajar y a restricciones de expresión.
“La detención de Mariam aterrorizó a toda nuestra familia. Vivíamos con miedo constante, viendo cómo cuentas afiliadas al gobierno en Twitter realizaban campañas de desprestigio contra nosotros, etiquetándonos de traidores. Manahel estaba postrada en cama y su salud se deterioraba rápidamente”, dijo su hermana, Fawzia al-Otaibi.
“Desde su encarcelamiento, su enfermedad ha empeorado mucho más que antes debido a la continua negligencia médica y la tortura”.
Fawzia al-Otaibi enfrenta cargos similares a los de su hermana Manahel, pero huyó de Arabia Saudita por temor a ser detenida después de ser citada para ser interrogada en 2022.
Amnistía Internacional ha documentado cómo las autoridades saudíes han intensificado su represión de la libertad de expresión en los últimos años, y los tribunales saudíes han condenado a largas penas de prisión a decenas de personas por expresarse en las redes sociales. Entre ellas se encuentran:
Abdulrahman al-Sadhan, condenado a 20 años de prisión por tuits satíricos;
Mohammed al-Ghamdi, que ya había sido condenado a muerte pero que ahora cumple 30 años de prisión por publicar tuits críticos con las autoridades;
Nourah al-Qahtani, activista por los derechos de las mujeres que fue condenada a 45 años de prisión;
“Las autoridades saudíes deben liberar de inmediato e incondicionalmente a Manahel al-Otaibi y a todos los detenidos arbitrariamente y condenados injustamente únicamente por ejercer sus derechos humanos. Hasta que se libere a Manahel al-Otaibi, las autoridades deben revelar su paradero, garantizar su seguridad, bienestar y acceso a una atención médica adecuada”, dijo Bissan Fakih.
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